Capítulo 4: Odio amargo entre las clases

Posted by SOCIALISMO REVOLUCIONARIO On lunes, 6 de abril de 2009 0 comentarios

Hay una rabia creciente dentro de la clase trabajadora, manifestado por la característica semi-insurreccional en Grecia el año pasado y las enormes huelgas anti-Sarkozy que estremecieron a Francia el 29 de enero (y otra vez el 19 de marzo). Hace no mucho tiempo, Nicolas Sarkozy se burló que, a pesar de sus ataques en contra de los trabajadores franceses y los jóvenes, ´¿Dónde están las huelgas?´ El recibió su respuesta en la rebelión elemental de estas huelgas, que excedieron por mucho en extensión y cantidad a lo esperado por los organizadores de la dirección sindical. Más de dos millones de trabajadores salieron a las calles de las ciudades de Francia (¡y más de tres millones el 19 de marzo!). Sarkozy, sintiendo la energía explosiva subyacente ante las huelgas, inmediatamente dio concesiones a los estudiantes como una forma de cortar el movimiento. Esto no previno que las huelgas tomaran lugar, lo cual hace recordar un poco él mismo aroma de la huelga general de 1968.


Existe, sin embargo, incluso en Francia, la cual todavía está a la vanguardia del movimiento de trabajadores en Europa, diferencias importantes en cuanto a la conciencia de la clase trabajadora de 1968 y ahora. Paradójicamente, la situación económica es mucho peor ahora para el capitalismo que en 1968 cuando la huelga general más importante de toda la historia tomo lugar en medio de un auge económico. En ese entonces, hubo una conciencia general socialista y hasta revolucionaria entre los trabajadores y socialistas. Dado lo que ha ocurrido durante las últimas tres décadas combinado con, como hemos dicho, la capitulación de los dirigentes de las organizaciones de los trabajadores al capitalismo, no es difícil entender porque la conciencia está atrás de la de 1968. Hay perspectivas mezcladas y una cierta confusión política.


Sin duda, hay un odio muy amargo entre las clases en los países capitalistas avanzados hacia los que están vistos como los autores principales de la presente catástrofe económica, en particular a los financieros y banqueros. Juicios semi-públicos han tomado lugar en el parlamento británico y el congreso estadounidense. La furia de las masas fue expresada en Francia en las calles pero, al inicio, fue claramente dirigido en contra de los banqueros y la figura de Sarkozy, pese a sus intentos demagógicos de separarse de los banqueros. Si incluso en Francia no hay todavía una conciencia anti-capitalista general, entonces quizás aun menos existe en los otros países europeos.


En Grecia, la situación es algo diferente, con elementos pronunciados de una situación pre-revolucionaria ya presentes. Esto está reflejado en la bancarrota total de la burguesía griega y su estado, la desesperación de la masa de la clase trabajadora y la juventud frente a su condición de pobreza y su disposición a luchar, como mostraron las tres huelgas generales que ha habido hasta ahora. También, está reflejada en la incapacidad completa de los partidos oficiales del capitalismo—Nueva Democracia y el ex-socialista PASOK—y el ascenso correspondiente del nuevo partido de trabajadores, SYRIZA. Esto está combinado con un futuro económico oscuro frente a Grecia. Tan desesperada es la situación económica que el nivel de su economía ha sido disminuido por la agencia Moody´s, lo cual podría presagiar un rechazo de las inversionistas capitalistas de comprar la deuda del gobierno. Esto podría dirigirse hacía el colapso económico y, en cambio, podría causar la salida o expulsión de Grecia de la zona europea.


También, podría anunciar una serie de bancarrotas nacionales parciales o totales, como vimos en los años 30 en Europa y las regiones neo-coloniales como América Latina. Grecia podría ser acompañado fácilmente por España, Portugal e incluso Irlanda si los compradores de bonos hacen huelga y rechazan comprar la deuda gubernamental. Enfrentándose con esta situación, la clase dominante sin duda tomaría medidas aún más salvajes de atacar los salarios y condiciones de la clase trabajadora. Las condiciones de la clase trabajadora en esta situación del capitalismo pudriéndose, es como un hombre en una escalera mecánica yendo abajo desesperadamente corriendo sólo para mantener su posición.

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